Si hay una cosa que está clara, es que la celebración de una fiesta en la que los chicos muestran lo que saben hacer, no surge de la nada.
Este año en el colegio hemos preparado BollyWood, después de todo un proceso de creación cooperativa que nos ha dejado muy buen sabor de boca, por los esfuerzos realizados, el compromiso de los implicados y los resultados obtenidos.
Y para poderlo llevar a cabo hacen falta buenos ideólogos, que sueñen eventos y caminos posibles, con capacidad para liar ("celestinos", decían en un curso en el que he estado estos días en la Casa del Lector) a todo aquel que se muestra disponible. Y con profes comprometidos, y niños que se dejan liar y aprenden con ello, hemos hecho un festival estupendo.
En esta galería fotográfica os mostramos parte del proceso (cuando me lleguen fotos de otros profesores se irá ampliando): desde fabricar decorados, con carteles grandes y pequeños, flores de loto de cartulina, ensayos generales en el patio -puedes buscar a algunas profes bailando entre los chic@s- y antes a pequeña escala con bailarines-guía, hasta fabricar un elefante con una estructura de madera, alambres, tela de gallinero, forrado de papel y bien pintado. No olvidemos todo el atrezzo, con el maquillaje y el vestuario, complementos.
La motivación no ha faltado en todo este tiempo, a pesar de la época de exámenes. Y cuando se tienen ganas y se anima a las personas, las cosas salen. Los sueños, sueños son... convertidos en realidad.
Da gusto vivir estas fiestas solidarias, con una comunidad educativa que acude a ver a sus hijos, unos alumnos que se implican y un colegio que se divierte y disfruta en el proceso.
No olvidemos el objetivo de todo esto: con lo recaudado de diferentes formas (rifa, pulseras, refrescos, bocadillos, chuches, etc.) conseguimos llevar un poco de dignidad a los que están siempre en crisis, este año para un proyecto en Río de Janeiro, Brasil.
Seguiremos contando. ¡Un hurra por nuestros alumnos, otro por nuestros profesores!
No hay comentarios:
Publicar un comentario